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  • 12/01/2023

  • 12/01/2023

Editorial : ¡Levántate y camina !

AA-Info n. 23

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El año nuevo ha comenzado. Hemos celebrado el nacimiento del Señor Jesucristo y hemos entrado en la última fase de la preparación de nuestro 34 Capítulo general. Dentro de seis meses los capitulares se reunirán en Roma en el monte Celio en casa de los pasionistas. Dispondremos de 25 días de trabajo para dar a nuestra familia religiosa un nuevo dinamismo y un nuevo equipo de gobierno y animación.

Meditando últimamente el pasaje del paralítico curado por Jesús, me he puesto a pensar sobre lo que podría frenar nuestro caminar hacia la renovación esperada. Me parece oportuno en este principio del año invitar a todos, religiosos y laicos, a que abandonemos nuestras sendas trilladas y vencer las parálisis que nos amenazan.

Me gusta aquella llamada de Jesucristo : « ¡Levántate y camina ! », una orden cuya ejecución no puede ser pospuesta. Se nos llama a levantarnos y caminar.

A veces la perspectiva de un camino caótico nos puede hacer dudar de nuestras capacidades. ¿Tendremos la fuerza y la perseverancia suficientes para recorrer la senda que se nos propone? ¿Tendremos el valor necesario para superar los obstáculos que se presentan en el camino? ¿Tendremos bastante fe para no mirar atrás y para adelantar decididamente hacia el Reino ?

Hace poco leía un tratado de san Ambrosio comentando el evangelio de san Lucas. Me ha gustado especialmente lo que decía a propósito del paralítico. El obispo de Milán decía que quedó curado de « la osatura dislocada de su vida y de las piernas cojas de sus acciones ». Nuestras vidas están marcadas por acontecimientos felices o difíciles. La vida religiosa a veces está tejida por memontos de duda y los tiempos que estamos atravesando como Iglesia están particularmente movidos. ¿Hice bien al consagrar mi vida a la evangelización ? ¿He aportado algo a la venida del Reino ? Las preguntas se aolpan a veces en nuestra cabeza y a veces nos dan mareos. Podemos tener la impresión que nuestras vidas están desencajadas, fragilizadas por las crisis sucesivas. Tenemos las «piernas cojas de nuestras acciones». Queremos hacer el bien y tropezamos, y terminamos en la cuneta. Estoy seguro de que el Señor continúa curándonos de nuestras parálisis hoy.

Lo que está en juego es la urgencia del Reino y Dios no nos abandona en nuestras debilidades. El don de su amor es permanente y su gracia no cesa de esparcirse. ¡Levántate y camina ! Como resucitados, optamos por caminar hacia la Jerusalén de arriba. Estamos seguros de que el Señor camina con nosotros en la senda. Pero hemos de continuar venciendo nuestras parálisis. Primero en nuestras comunidades. ¿Podemos avanzar hacia una mayor fraternidad ? ¿Tenemos la capaciadad de superar nuestros conflictos para trabajar por la reconciliación y el perdón ? También es importante trabajar por la unidad en nuestra iglesia. El ecumenismo sigue siendo una tarea prioritaria para la Asunción. El diálogo interreligioso también es necesario para un mundo globalizado. Finalmente es bueno trabajar para la conservación de nuestra Tierra. No se trata de una moda a la que sacrificar, sino de una urgencia absoluta. El año 2023 está en nuestras manos. Si superamos nuestras parálisis, las provocadas por el miedo o por la duda, seremos artífices de renovación. Quiera Dios dar a todos los asuncionistas esta fuerza de renovación.

¡Asunción, levántate y anda !

Buen año a todos.

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