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  • 10/11/2023

  • 10/11/2023

AA-Info n.2 - Octubre 2023

« Pero, en tu palabra, echaré las redes » (Lc 5, 5)

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Editorial

P. Ngoa Ya Tshihemba

Superior General de los Agustinos de la Asunción

Según el evangelio de de san Luc (5, 1-11), Simón Pedro y sus compañeros habían salido a pescar como siempre, echando sus redes aquí y allá. Ahora bien, habían pasado toda la noche sin pescar nada. Pero vemos cómo Jesús estra en escena. Quiere ante todo predicar, y necesita una barca para que le oigan bien. Y al término de la predicación viene la orden a Simón Pedro : «Avanza mara a dentro, y ecchad las redes para pescar.» Simón Pedro, basado en su experiencia, quere mostrar a Jesús que a esta hora, es imposible, el buen momento para pescar ha pasado. Luego se somete a la orden del maestro pronunciando las palabras que dan vida : «Pero en tu palabra, echaré las redes.» Conocemos lo que sigue de esta historia.

Ya sé que en la mayoría de las (Vice-) Provincias de la congregación, habéis una avez más, tras la segunda parte de los capítulos provinciales, echado vuestras redes. Las habéis echado en los sectores de la educación, de la formación, en el continente numérico, en las parroquias, etc. Y por supuesto lo hacéis a menudo en «Alianza» con nuestros hermanos laicos.

En ciertos casos, vais a hacer elecciones arriesgadas: elecciones impopulares, elecciones nada rentables, elecciones ciertamente novedosas. Sed pues los pioneros lúcidos de elecciones nuevas para las verdaderas alegías, la Vida verdadera, por lo tanto elecciones según el Evangelio. El papa Francisco, durante su reciente viaje a Mongolia, hablaba de «dar su vida por el Evangelio». Llamaba a quienes estaban a su alrededor- obispos, sacerdotes, personas consagradas y demás - a volver al Señor de quien todo arrancó. Si no, dice, «la tarea pastoral corre el riesgo de volverse una prestación de servicios estériles». Por las palabras del Señor es por lo que echamos la redes.

Nuestro Fundador, el P. Emmanuel d’Alzon, gustaba de emplear las palabras «but» et «esprit». Hablaba a menudo por una parte de nuestro «but» (el fin de la Asunción) y, por otra, del talante (l’esprit de la Asunción). Vemos, pues, que, en cualquier caso, un asuncionista debería estar empujado por algo. Ahí están por otra parte los principos fundamentales de la espiritualidad que el P. d’Alzon ha legado a su familia religiosa : «Dos principios mayores emergen en el pensamientoe spiritual del P. d’Alzon y determinan su configuración general. Por una parte,el fin que hay que perseguir, que se expresa en los imperativos del Reino. Por otra ,el espíritu que debe animar a los obreros del Reino, a saber la impresión del triple amor en toda la vida.» (Principes de Spiritualité assomptionniste, Editions du Centre d’Alzon, 1959, p. 2).

Cuando Simón Pedro acepta echar las redes, no lo hace a partir de su saber de pescador, su saber o sus cálculo humanos, sino obedeciendo una «orden» de otro orden, por lo tanto motivado por algo, una palabra. La obediencia ha producido una pesca abundante. «Gustad y ved qué bueno es el Señor.» (Ps 34, 9) El papa, en el mensaje citado antes, nos invita a realizar esta experiencia de gustar y ver al Señor, por ejemplo en la adoración, porque eso se torna la condición para gastar la vida por el Evangelio. Es difícil gastar su vida por el Evangelio sin ser empujado a ello por Alguien. Nosotros, Asuncionistas, tenemos una meta que perseguimos y un talante que nos posee. Hemos, pues, aceptado gastar nuestra vida por el Evangelio, empujados por este espíritu. «Gastar la vida por el Evangelio porque hemos gustado (cf. Ps 34) a ese Dios que se ha hecho visible, tangible, accesible en Jesús. Sí, es Él la buena noticia para todos los pueblos,e l anuncio que la Iglesia no puede dejar de llevar, encarnándola en la vida, “murmurándola” en el corazón de los indivíduos y de las culturas», dice el papa Francisco.

¿Hbéis gustado al Señor ? Su misericordia, su amor, su justicia, su bondad? Entonces, avanzad mar adentro, y «echad vuestras redes ppara pescar». Sí, lo hacemos en el nombre del Señor. ¡Ánimo!

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