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CGP - Hilo rojo n.3 - Miércoles, 4 de junio de 2025
En memoria de Carlos Antonio Felipe Di Pietro y Raúl Eduardo Rodríguez
Hace exactamente 49 años, el 4 de junio de 1976, los hermanos Carlos Antonio y Raúl, hermanos en formación, fueron secuestrados en el barrio «La Manuelita» (San Miguel, Buenos Aires) y desaparecieron para siempre. Fueron víctimas de la violencia que azotó Argentina bajo la tiranía del «Proceso de Reorganización Nacional». «Con 31 y 29 años, respectivamente, no murieron como jóvenes ingenuos ni como idealistas absurdos, sino como hombres de fe, enamorados de Cristo y entregados a su causa, porque «sabían bien en quién habían puesto su fe». La muerte de los hermanos Carlos Antonio y Raúl fue una consecuencia aceptada de una opción de vida por Dios y por los hombres, que se derivaba de su fe y de su consagración religiosa» (Roberto FAVRE, Los Asuncionistas en Argentina 1910-2010, p. 250).
El CGP ha decidido recordar a estos hermanos celebrando una eucaristía en la CIFA «Raúl Rodríguez y Carlos Antonio Di Pietro», nuestra comunidad de formación de Buenos Aires. Durante esa velada, tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio del P. Luis Ramon, que en aquella época vivía en la misma comunidad que estos hermanos, pero que estaba ausente el día del secuestro. Así descubrimos la CIFA actual, que este año acoge a dos jóvenes ecuatorianos y un joven colombiano, acompañados por dos formadores de origen congoleño. Fue una velada cálida y fraternal que nos permitió mantener interesantes conversaciones con los hermanos.
Precisamente, durante el trabajo de la mañana en el CGP, nos tomamos el tiempo de releer la experiencia de la CIFA de Buenos Aires y la de la CIFA de Kinshasa. Como hemos recordado en varias ocasiones, durante las evaluaciones anteriores en el CGP, en las reuniones de formadores o en el último Capítulo General, el balance de nuestras CIFA es, en general, muy positivo. De hecho, permiten desarrollar el sentido de pertenencia a una congregación internacional, experimentar la interculturalidad en el día a día, favorecer el aprendizaje de las lenguas de la congregación y ofrecer una formación mejor adaptada a nuestra propia tradición agustiniana, alzoniana y asuncionista.
Sin embargo, los retos siguen ahí: ¡solo hay tres formandos actualmente en Buenos Aires, mientras que en Kinshasa hay 36! Es cierto que el reducido número en Buenos Aires se debe sobre todo a circunstancias particulares de los últimos años y varias provincias tienen previsto enviar nuevos hermanos en formación a partir del año que viene. Por su parte, los equipos de formadores siguen necesitando reforzarse e internacionalizarse. El trabajo en torno a la interculturalidad, la acogida del otro, los clichés que hay que superar, pero también el dominio de las lenguas locales sigue siendo retos que hay que seguir abordando. En cualquier caso, la experiencia debe continuar por el momento y el CGP seguirá con su labor de vigilancia, acompañamiento y evaluación de los CIFA.
Visita a la CIFA de Buenos Aires
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Fr. Benoît Bigard